Vivo cazando luces verdes, dejé de usar las luces rojas como pretexto para detenerme y las amarillas para dudar. En cada señal de ALTO metí los pedales fondo y di violentos giros que casi siempre eran a la izquierda, al lado en donde está el corazón.
Hace unas semanas leí el libro de Matthew McConaughey, Greenlights.
Si, el actor de Gravity y de ¿Cómo perder a un hombre en diez días?, el tipo apuesto de las comedias románticas escribió un libro y ese libro realmente me puso a reflexionar y a cuestionarme. Un libro honesto, sin pretensiones, con lecciones de una vida bien vivida, con mayúsculas, la versión en borrador presentada de forma original con rayones, notas al pie y lecciones de verdadera valentía.
Desde la primera página me enganché con la brutal honestidad con la que narra las historias y refleja sus ideas. Si se lee el libro mientras se imagina la voz del actor con su extraño acento tejano narrando las historias, el libro toma una dimensión un poco cinematográfica.
El libro no contiene lecciones morales o secretos de autoayuda, más bien es un recuento de las causas y los efectos que detonaron los eventos más valiosos de su vida a través de reflexiones vistas hacia atrás en el tiempo.
Green Lights es una clara invitación a ser atrevido y a seguir la intuición, el punto central de todo el libro es poder entender que en la vida nos suceden cosas que de momento pueden ser aparentemente buenas o malas, pero sólo con la intuición, el tiempo y el atrevimiento podremos convertirlas en grandes lecciones y buenas oportunidades. Al leer el libro, constantemente recordaba aquel cuento del rey que decía “buena suerte, mala suerte, '¿quién sabe?”.
Los semáforos en verde son una analogía de aquellas señales claras y universales que nos da la vida cuando nos grita en la cara SIGUE. Las luces verdes se muestran como aprendizajes, oportunidades, lecciones que siempre nos empujan un poco más adentro, un poco más profundo.
La vida se trata de mantener la seguridad en el volante, la sensibilidad en los pedales y la vista del camino. Se trata de dar un voto de confianza al mantener el acelerador adentro aún cuando a un par de cuadras de distancia la luz permanezca en rojo, se trata de confiar en que cuando lleguemos al cruce, la luz va a cambiar, tiene qué cambiar.
Si eventualmente nos encontramos con las inevitables luces rojas y amarillas, son sólo para detenernos un instante, ser honestos, observar, tomar una decisión y seguir el camino, esperando o cambiando la ruta como en la vida.
Lo único que me deja un sabor amargo es darme cuenta de que muchas veces la vida no se ve con claridad hasta que los momentos quedan en el pasado El filósofo danés Soren Kierkegaard lo resume en una brutal y honesta frase: “La vida sólo puede ser entendida mirando hacia atrás, pero tiene que ser vivida hacia delante”.
Por eso debemos de aprovechar cada luz verde para seguir avanzando y ojalá, en un futuro, podamos sentarnos a escribir nuestras memorias en forma de triunfos y lecciones aprendidaz, aunuqe la luz en el momento nos haya parecido de otro color.
Les comparto tres lecciones prácticas. que aprendí de éste libro.
A veces, las luces verdes se disfrazan de luces rojas o amarillas, lo que parece un NO, un error o un fracaso puede convertirse en enormes y francas luces verdes en el futuro. Requiere verlas a través del lente adecuado, reconocer nuestra responsabilidad y hacer los cambios necesarios.
La vida hay que salir a buscarla.. Quedarnos sentados en nuestra cueva física y mental provocará que sucedan pocas cosas excepcionales. Salir, exponernos a la luz del sol, a la lluvia, a las botas enlodadas, al ridículo público, exponernos a la suerte y trabajar para construirla es la única forma de vivir una vida exepcional.
Viajar es la respuesta obvia. Es claro el patrón que llevó al actor a encontrar las respuestas profundas y los reconocimientos más trascendentes. Australia, el Amazonas, las profundidades de África, una larga temporada en trailer. Los encuentros profundos de un un viaje pueden definir la vida de una persona.
Quién arriesga sin tener qué perder, sólo hace lo razonable, quien arriesga a perder lo que le ha costado, encarna la valentía y el verdadero propósito del ser humano, buscar siempre las mejores condiciones posibles.
Este es un libro íntimo de un ser humano público, creo que es sumamente interesante develar las capas de una estrella de cine para encontrar niveles de profundidad que reflejan la esencia humana, demuestran que el contexto puede ser distinto pero al final, los seres humanos lidiamos con las mismas dudas, ambiciones, deseos y búsquedas.
“No podemos despreciar del todo la luz sin las sombras Algo tiene que sacarnos de nuestro equilibrio para que encontremos nuestro punto de apoyo Es mejor saltar que caer. Y aquí está. Luz verde”